Esta pista conocida como el Camino de Soldados tiene su origen en Santa Ana de los Ríos de Cuenca, en la región andina del Ecuador, Departamento de Azuay y se adentra en el Parque Nacional del Cajas, uno de los lugares naturales más bellos del país.
La Pista
La pista transcurre, siguiendo el cauce del Río Yanuncay, por una sucesión de verdes praderas y frondosos bosque que van alternándose a lo largo del valle.
Los primeros kilómetros están asfaltados mientras van recorriendo tranquilas poblaciones y caseríos que se asoman al camino, cada vez más espaciadas conforme uno se va alejando de la ciudad de Cuenca. Estos asentamientos constituyen bonitos y agradables lugares de descanso que ofrecen al viajero multitud de pequeños restaurantes de comida tradicional y espacios donde detenerse a disfrutar del entorno.
Igualmente el paisaje y las construcciones rurales ofrecen múltiples posibilidades para los amantes de la fotografía, como es mi caso.
En cuanto a la pista, de tierra prensada, es sencilla de recorrer al no ofrecer dificultades ninguno de sus tramos. Muy recomendable para cualquier moto de trail o campera, pero incluso con cierto cuidado, cualquier otro tipo de moto podría recorrerla.
Durante los primeros kilómetros, tiene trafico constante de vehículos debido a la no tan escasa población que vive en la zona.
Soldados
Más adelante, tras dejar a la espalda la Planta de Agua de Suntag, el camino se vuelve más solitario, hasta llegar al ya cercano destino de Soldados, donde concluiría, como tal, la ruta. Más allá la pista continua por distintos ramales, pero ya alejados todos de las poblaciones.
La ruta tiene una longitud aproximada de unos 30km, que se recorren con facilidad en algo más de 1 hora, si bien, la extraordinaria belleza de los paisajes hará que el viajero se demore bastante tiempo más, si quiere disfrutar del inigualable entorno.
Mapa de la ruta:
Esta ruta la realicé acabando febrero de 2020, una soleada mañana, junto con mi amigo Jorge Avenia. Pasamos una estupenda mañana, sacando fotos y me contó como percibía el cambio, a mejor, de las poblaciones que bordean la carretera. También me dijo que recordaba menos negocios y las construcciones más precarias. Ahora, la zona parecía estar experimentando una mejoría económica y probablemente se había convertido en una zona de ocio local cada vez más atrayente.