Durante la Segunda Guerra Mundial se construyeron, a lo largo de la costa de Tenerife, varias baterías de artillería para defender a la isla de un posible ataque marítimo.

Breve historia
El Bunker de Santa Úrsula, en concreto, fue construido en 1942 con el cometido de defender la zona del Puerto de La Cruz.
De menores dimensiones que el de San Andrés, en Santa Cruz de Tenerife, cuenta únicamente con dos pasadizos de entrada y dos posiciones de ametralladora. Desde este enclavamiento se disfruta de unas magníficas vistas de todo el norte de la isla y, más concretamente, de los acantilados de Acentejo.
Equipado con cañones obsoletos, ya retirados, fue desmantelado en 1957.
Acceso al bunker
El acceso a el es fácil, tan solo has de caminar unas decenas de metros desde el mirador de la Quinta, en la localidad norteña de mismo nombre.

Lamentablemente, como en la mayoría de las instalaciones históricas de este estilo, el abandono ha permitido la vandalización del recinto, si bien, en este caso, no se encuentra en una condiciones demasiado degradadas.

Cerca de allí…
El Parque de la Giganta, también en La Quinta, es una agradable pradera para relajarse y disfrutar de la brisa de la costa junto a la curiosa estatua de “La Giganta”.


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