Viajar en moto permite envolverte en el ambiente del país que visitas, conocer kilómetro a kilómetro cada territorio que atraviesas. Sentirás el frío o el calor, la lluvia te empapará y el viento te empujará a placer…. pero cada instante de tu viaje sentirás que formas parte del paisaje que te rodea.
Las carreteras son las venas que alimentan la vida de los países. A través de ellas se mueven no solo las personas y mercancías, sino también las costumbres y la cultura.
Los pequeños pueblos por los que serpentean permiten al viajero tomar contacto con las gentes sencillas que atesoran las costumbres auténticas de la región, alejadas de la globalidad de las grandes capitales, que tiende a estandarizarlo todo.
En las pequeñas localidades, uno puede detenerse y charlar con franqueza del día a día de las personas sencillas que son la base del país, y que generalmente, muestran gran curiosidad por el viajero.
En los pequeños pueblos siempre suelen estar dispuestos a contarte sus vivencias cotidianas y ofrecerte disfrutar de todo lo que sus tierras proporcionan, ya sea su café, sus frutas exóticas, su música, su desconocido museo o tantas y tantas cosas…
Son el lugar perfecto para conocer en la gastronomía real de cada zona a precios justos y generalmente mucho más bajos que en la gran ciudad.
Por todo ello, la moto es el transporte perfecto. Ágil y rápido para moverte, cercano al mundo exterior, te da la independencia que el transporte público existente no suele proporcionarte, y la libertad de ir donde quieras, cuando quieras y parar siempre que quieras.
Países recorridos en moto…
En moto he recorrido unos cuantos países, pocos aún, pero he disfrutado enormemente de cada uno de ellos y he aprendido mucho de cómo son realmente, lejos de los estereotipos que de ellos existen.
Países recorridos por otros medios:
De mochilero, en coche, trenes, interrail, avión, etcétera estos son otros países que he tenido la oportunidad de conocer:
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