100.000 kilómetros de historia

Pocas pueden contar lo que ella. Ha conseguido lo más difícil en este competitivo sector; estar presente en la carretera desde hace 60 años. En todo este tiempo no han sido capaces de desplazarla. Ni los flamantes modelos británicos de sus inicios, ni las actuales japonesas. Tampoco ha podido con ella el omnipotente mercado alemán, sencillamente porque no son competencia.

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Harley Davidson Sporster.

La pequeña de Milwaukee tenía además la gran responsabilidad de ser la puerta de entrada a una marca que para muchas personas es más que un simple vehículo en el que desplazarse. Para muchos/as es un sueño, un símbolo y la representación de un estilo.

.Canal autonómico de Castilla y León (Valladolid), promocionando un evento motero en El Espinar (Segovia)
Canal autonómico de Castilla y León (Valladolid), promocionando un evento motero en El Espinar (Segovia)

Leo con tristeza que la icónica Sporster de Harley Davidson deja de venderse en Europa. Al margen de la profunda crisis de identidad en la que está sumida la marca desde hace tiempo y la férrea competencia a la que se encuentra sometida (que se ha traducido en un desplome de las cifras de ventas), ha sido la imposibilidad de adaptarse a las exigencias europeas de emisiones lo que ha conseguido poner el punto final a una importante parte de la historia de las motocicletas.

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El sabor de lo clásico.

Hay una parte romántica en la afición más auténtica del motociclismo que venera los cacharros viejos; la gasolina y la falta de tecnología, la mecánica más rudimentaria, lo que tiene historia…la moto del abuelo, mi primera moto,… hace que valoremos las motos clásicas como auténticas joyas.

Mimando a The Riveter
Mimando a The Riveter

En ese sentido es La Bañeza la representación gráfica de lo que intento explicar. Es historia viva de las motos. Se respira un ambiente especial en ese premio. Si tú también eres de esa afición auténtica no puedes no ir al menos alguna vez.

En las Carreras de La Bañeza
En las Carreras de La Bañeza

La llegada de los vehículos eléctricos funciona como una “amenaza” para estos conductores/as, sin perjuicio de que, como en este caso yo, valore esos cambios como deseables en compromiso con el medio ambiente y con toda inexorable y necesaria evolución. Contradicciones del romanticismo. Pero no pensé que los primeros avisos llegaran tan pronto ni mucho menos que le tocara a “ella”.

Una de mis excursiones preferidas: Madrid en agosto por la noche... Precioso!!
Una de mis excursiones preferidas: Madrid en agosto por la noche… ¡Precioso!

Un largo viaje juntas.

Hace poco que mostraba orgullosa como The Riveter y yo habíamos llegado juntas a los 100.000 km y un amigo de la moto me dijo que esos km «son los que han podido ser, y serán los que vengan. Importa el cómo, no el cuánto ni el cuándo«. Me encantó. Ni más ni menos. No puedo estar más de acuerdo.

Peña de Francia (Salamanca), allá por el 2012.
Peña de Francia (Salamanca), allá por el 2012.

Teniendo en cuenta las expectativas iniciales con las que empecé en este mundillo, por supuesto mi inexperiencia, y mis “otras parcelas vitales” a las que me entrego con igual pasión, 100.000km para mí son muchísimos. Más de los que pude imaginar nunca que haría. Son los que son y cuando hago una retrospectiva veo imprimados mi esencia en ellos.

En Angliru (Asturias), haciendo la Vía de la Plata, en 2019
En Angliru (Asturias), haciendo la Vía de la Plata, en 2019

Creo que tanto tiempo juntas ha hecho que mimeticemos nuestros carácteres, llegando a ser una sola. No en vano la Sporster es, además, la moto más versátil, la más modificable y lo más bonito:… es la que mejor suena. Es puro rock and roll. No podía ser de otra manera.

Mi primera ruta en grupo con la gente de La Motada de Torrecaballeros, Mirador de Sepúlveda (Segovia)
Mi primera ruta en grupo con la gente de La Motada de Torrecaballeros, Mirador de Sepúlveda (Segovia)

Y “me reconozco” en cada kilómetro porque son diversos. La moto para mi supone una forma de «estar en el mundo», pero esto no entra en contradicción con mi esencia, pudiendo disfrutar en ella de mis múltiples registros y roles, es decir, es una forma de ir al encuentro de lo que me gusta; que son muchas cosas.

La primera vez que fui llevando mi moto a Pingüinos 2012 - Valladolid. Nos reímos un montón en la entrevista!!
La primera vez que fui llevando mi moto a Pingüinos 2012 – Valladolid. Nos reímos un montón en la entrevista!!

Se puede visitar Francia, o ir de concierto, al encuentro de amigos, o recorrer grandes parajes, y disfrutar de todo ello, pero cuando vas en moto «estas allí porque has ido«. Creo que el alcance de esta obviedad sólo la entendemos «las/os moteras/os».

Alcanzar la costa
Alcanzar la costa Cantábrica, en algún lugar entre Asturias y Cantabria. Uno de nuestros destinos preferidos.

El significado de esto que digo adquirió significado para mi cuando fui al Passo del Stelvio, pasando por no pocas vicisitudes y sobre todo cuando llegué al Lago Constanza que es el sitio más lejano donde yo he ido con The Riveter. Allí me vino un ataque de ¿cordura? o de pánico… Y pensé ¿pero qué demonios hago yo aquí? (que dirían Los Zigarros) y empecé a sentirme pequeña, muy pequeña y vulnerable… y miraba mi moto y veía cuatro hierritos y las 3 tuercas (la cuarta la había perdido) que me habían llevado hasta allí…y me sentía muy lejos, lejísimos de mi mundo… y de mi zona de confort.  

El Passo del Stelvio
El Passo del Stelvio

Se me pasó rápido porque disfruto mucho con los grandes retos y me crezco y me hago muy grande, muy muy grande…gigante, pero he aprendido a aceptar y valorar «mis momentos pequeñeces» y abrazar mis debilidades que son el verdadero motor del crecimiento.

Coronando los Alpes en Bormio
Coronando los Alpes en Bormio

Viajar en Sporster quizá no sea la forma más cómoda del mundo. Tampoco es la mejor moto. Pero es cómo yo he elegido ver un cachito del mismo, y cuando pienso en ellos me vienen un montón de imágenes, experiencias, oportunidades y sensaciones que sólo pueden experimentarse con esta “forma de estar” que es la moto.

En alguna de las múltiples 'torantis' de Los Alpes.
En alguna de las múltiples ‘tornantis’ de Los Alpes.

Me encantan mis 100.000 porque son míos, vividos con miedo, inseguridad, ilusión y empoderamiento. Porque son variopintos, evitando circunscribirlos a un estilo porque eso supone acotar las múltiples expresiones personales de las que podemos hacer gala las personas.

Lo que nos depara el futuro de las motocicletas es incierto. Sí sé que será mucho más confortable y seguro, aunque con menos sabor a aventura.

A mí me gusta el ruido y el olor a gasolina; lo que ya evoca a historias pasadas que conectan con grandiosas bandas sonoras de clásico y viejo Rock and Roll y, por eso, me encanta poder decir que The Riveter y yo ya somos parte de la historia de las motocicletas pero haciendo la nuestra; más de 100.000 kilómetros de historias que se revalorizan con el tiempo.

100.000 kilómetros con The Riveter
100.000 kilómetros con The Riveter

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