De Burgos a Asturias 4. Regreso por León.

Aprovechando un claro climatológico coloco mi equipaje sobre moto y me dispongo a salir hacia el Puerto de Pajares. La noche ha sido lluviosa. A penas me dejó dar un corto paseo para cenar y despedirme de la ciudad. El agua no me dio la tregua debida para haber disfrutado de una terraza y una sidra.

Ascendiendo al Pto. Pajares por Asturias
Ascendiendo al Pto. Pajares por Asturias

El Puerto de Pajares

Los primeros kilómetros de viaje transcurren por localidades un tanto desaliñadas que aparecen heridas por la tremenda crisis de una minería que en un pasado ya lejano las hizo crecer y prosperar. Ahora las industrias abandonadas, los locales comerciales obsoletos y cerrados y las fachadas despintadas y avejentadas de gran parte de los edificios de viviendas reflejan la decadencia que condena a estos núcleos urbanos.

Puerto de Pajares
La niebla envuelve el alto del Puerto de Pajares

Arbás del Puerto

Comienzo a ascender entre la bruma que cubre las faldas de la montaña. El día es gris plomizo, húmedo, no muy frío pero sí desapacible, si bien el pálido cielo hace refulgir, más si cabe, el verde de los campos y el agua hace brillar las fachadas de piedra negra de las casas de que se agolpan a pie de la carretera.

Arbás del Puerto
Las construcciones de Arbás del Puerto aun se encuentran en buen estado de conservación aunque casi todas abandonadas ya.

Descenso a la Meseta

El primer pueblo que me encuentro a penas debe tener ya una única vivienda habitada, sin embargo junto a las modestas casas y a la construcción desvencijada de una antiguo hotel restaurante, una imponente Colegiata captura mi atención. La puerta está entreabierta, entro a visitarla y descubro que estoy de suerte, ya que a penas algunas veces se encuentra abierta.

Colegiata de Arbás del Pueto
La fascinante Colegiata de Arbás del Pueto (León)

El templo cuenta con una antesala y un atrio cerrado fascinante. El interior es oscuro, sobrio, pero a la vez majestuoso. Transmite al visitante un recogimiento y una paz especial. Mi imaginación me traslada a tiempos ancestrales en los que los moradores de estas tierras permanecían semanas aislados por las nieves refugiados tras los poderosos muros de piedra de la escasa docena de casas que flanquean la carretera y los de la iglesia que vista su construcción, se convertía en el único espacio público que reunía a los parroquianos.

Atrio de Colegiata en Arbás del Puerto
Atrio de Colegiata en Arbás del Puerto

Debía de ser una vida muy dura y la gente recia. No obstante no deja de sorprenderme encontrar edificios de tan magnífica construcción en lugares a los que aparentemente, sacarles una brizna de sustento, más aun de riqueza, debía de suponer un ingente esfuerzo.

Colegiata de Arbás del Puerto
Interior gótico de la Colegiata de Arbás del Puerto

Piedra a piedra, tras siglos de trabajo y penalidades, nuestros antepasados levantaron este fascinante patrimonio que ha ido llenado de riqueza cada rincón de nuestro viejo país. Sin embargo ahora, ante nuestra indolencia y la de nuestras administraciones, cuando no la abierta  agresión, esta permitiendo la desaparición de más de un milenio de legado de nuestra civilización.

Pueblos mineros de León
Pueblos mineros de León. Busdongo de Arbás

Continúo el descenso y comienzo a encontrarme pueblos mineros, la vía férrea que trasladaba el mineral arrancado a la montaña hacia la llanura. La carretera es sinuosa, el firme bueno y el paisaje hermoso, motivo por el cual voy encontrándome cada vez más motos.

Pueblos mineros
La sinuosa carretera recorre las estribaciones mineras de León

Al pie de la montaña el Restaurante Casa Ezequiel parece ser el punto de reunión de los ruteros de la zona. Me lo recomendó mi hermano Miguel, y desde luego que fue un acierto parar a comer cabrito. El cielo se ha despejado y un agradable sol me hace disfrutar de nuevo de la carretera.

Rodeo la ciudad de León sin detenerme en ella y continuo hacia la ‘nada’, porque creo que es la palabra que mejor puede definir los siguientes cerca de 100km de rectilínea planicie que atravieso tras salir de León hacia Valladolid. Rectas interminables, hasta donde alcanza la vista sin nada que las interrumpa, sin a penas pueblos, y los que me encuentro, solitarios, de casas cerradas a cal y canto.

Planicie castellana
Planicie castellana

La España vacía, un desierto demográfico en el que a duras penas sobrevive alguna histórica localidad como lo es mi próxima parada.

Medina del Rioseco

La ciudad de famoso pasado, árabe, cristiano y más cercanamente en el tiempo, industrial, alberga las dársenas de un fabuloso ingenio que abrió una vía fluvial de más de 200km de exclusas y canales navegables que permitía exportar el cereal y otras producciones desde el corazón de Castilla, por medio de barcazas y tiros de mulas.

Medina de Río Seco
La gran dársena de Medina de Ríoseco (Valladolid)

Las fábricas de harinas de sus márgenes ya no producen nada. Un pequeño barco turístico permite al visitante disfrutar ahora de un paseo de placer por las tranquilas aguas.

Esta tierra, España, Castilla, es ingrata con su pasado. Cuna de grandes hombres, de deslumbrantes proezas, de gentes valientes, con arrojo y genialidad, es a su vez desmemoriada, a veces hasta desdeñosa con sus propias raíces.

Canal de Castilla
Las márgenes del Canal de Castilla son un lugar idílico para disfrutar de la tranquilidad

Siento una mezcla de orgullo y tristeza cuando me asomo a estos lugares. Puedo sentir la admiración por lo que en su día constituyeron y la pujanza que proporcionaron, y junto a ella siento mi pena y desazón por la ignorancia, la incultura que ahora nos invade y nos convierte en ciegos frente a estos tesoros.

Desde aquí hasta casa, los kilómetros se suceden ya a gran velocidad sin más interrupción que la de repostar. El viaje ha terminado y mi recuerdos ahora tienen un puñado de nuevos lugares que guardar.

Barra Separadora Moto

Recomendaciones:

Restaurante Casa Ezequiel, al pie del Puerto de Pajares, en su vertiente leonesa, es un excepcional lugar para comer Cabrito, platos leoneses, menús de todo tipo, y para comprar productos de la tierra

 

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