Mototurismo por la España vacía

Las peculiaridades históricas, culturales, geográficas y económicas de España han hecho del país un territorio con enorme encanto para el turismo en moto desde hace años. España ofrece incontables atractivos, muchos de ellos en eso que se ha dado en llamar la ‘España vacía’ (o vaciada, dicen otros).

Estación de Yanguas
Lugares donde un día se paró el tiempo

Tiempos de soledad

Los extraños tiempos que nos ha tocado vivir a cuenta del COVID19 y de las restricciones que los diversos gobernantes regionales y estatales han establecido, han forzado también un cambio en nuestra manera de disfrutar de la moto, del que a veces no somos plenamente conscientes.

En la estación de Yanguas de Eresma
En la estación de Yanguas de Eresma

Hoy nos resultan lejanos aquellos tiempos en los que compaginábamos los viajes, más o menos solitarios, hacia destinos a veces icónicos. Días en los que disfrutábamos de una febril actividad social que nos mantenía en continuo contacto con otros moteros.

En esos tiempos en los que participábamos frecuentemente en eventos, acudíamos a charlas, presentaciones de libros, quedadas, moto-almuerzos, etcétera, etcétera, y compartíamos experiencias e información sobre lugares que, por una u otra razón, estaban en boca de todos.

El empedrado del acceso a un caserío abandonado en La Solana
El empedrado del acceso a un caserío abandonado.

Dejado atrás el largo periodo de encierro, hemos vuelto a las carreteras, aunque con una serie de limitaciones legales, sociales e incluso psicológicas. Ello nos han empujado a descubrir (a algunos) o profundizar más aun (para otros) en comarcas aisladas donde el fluir de la civilización se detuvo hace ya largo tiempo.

Lugares olvidados

Y es que España se encuentra plagada de enclaves con un pasado espléndido que un día quedaron abandonados. Lugares donde, hace no más de un par de generaciones, se trabajaba duro para arrancar un poco de riqueza a la tierra con la que subsistir, llevando una vida sencilla aunque no menos rica en ciertos aspectos.

Ruinas en La Solana
Los boquetes en las paredes nos permiten asomarnos a las estancias donde un día hubo vida cotidiana.

También son muchos los parajes menos conocidos, ya sea por su lejanía respecto de las rutas habituales o las grandes poblaciones, no son menos menos interesantes. Y es que ahora, más o menos conscientemente, nos vemos inclinados a seleccionar destinos donde la soledad se funde con esa maravillosa sensación que nos proporciona liberarnos de la esclavitud del reloj.

Valiosos escenarios

Detener la moto y sentarse a escuchar el viento y las aves. Escudriñar los restos de las construcciones ya en ruinas. Observar  las sombras que proyectan sobre los empedrados y caminos que poco a poco ha devorado la naturaleza. Imaginar la vida que transcurrió en ellos, los trabajos que supuso su construcción, caminar y observarlo todo, proporciona una impagable sensación de bienestar.

Por si todo ello no fuese suficiente, estos lugares atesoran un mágico valor fotográfico. Texturas, colores y escenas se entremezclan con la posibilidad de poder tomarnos el tiempo que deseemos hasta encontrar el encuadre deseado, la luz apropiada, etcétera, sin nadie que nos moleste. Podremos colocarnos de la forma más inverosímil cuantas veces necesitemos, hasta capturar la imagen perseguida.

Interior de Yanguas
Interior de una estación de ferrocarril abandonada

[Nota] Algunas de las fotos de esta publicación corresponden a las ruinas que encontré, por casualidad, en uno de mis últimos viajes surcando caminos alejados de las carreteras principales. Si conoces es lugar, déjame tu comentario. Quizás también resultó ser un alto en tu camino alguna vez.

 

 

 

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