Ría del Ferrol
El día ha amanecido soleado. Tranquilamente organizo el equipaje y me pongo en marcha hacia algunos de los puntos que he dejado marcados en mapa. Mi primer destino será la boca de entrada de Ría del Ferrol.
La carretera es hermosa, solitaria y bordeada de una exuberante vegetación. Asciende sobre los acantilados mostrándome una fantástica panorámica del océano mientras serpentea con destino al viejo faro y las abandonadas instalaciones defensivas que dominan el risco.
A refugio de estas, en la boca de la ría se extienden las modernas instalaciones del Puerto Exterior de Prioriño-Ferrol, de uso industrial.
Faro Cabo Prioriño y Batería de Punta Viñas.
Este pequeño y solitario faro delimita por el noroeste la entrada a la fortificada ría, de una importancia estratégica crucial para la Armada Española desde la antigüedad. Son muchas las instalaciones defensivas que protegen este rincón peninsular con tanta historia.
Escasamente a un centenar de metros se alzan, dominando el cerro, las ruinas de la Batería artillera de Punta Viñas.
Un baso sistema defensivo protege de ataque tanto navales como aéreos esta enclave que fue, ya desde el reinado de Felipe II, base de la Armada Española por sus características excepcionales como puerto de navegación profunda con una boca amplia, un pronunciado estrechamiento en su curso medio y una imponente bahía interior donde se emplaza el Astillero Real y el Arsenal.
En sus aguas se sitúan, además de los astilleros y bases militares, otras instalaciones industriales y pesqueras civiles de vital importancia para éstas tierras, motivo por el cual se encuentra protegida en ambas orillas por un buen número de castillos y baterías artilleras importancia.
Castillo de San Felipe
Una de las instalaciones defensivas de mayor importancia es este castillo, hoy un museo visitable. Frente a él se sitúa el de Castillo de la Palma, cerrando militarmente el acceso a la ensenada interior.
El Castillo de San Felipe bien merece la visita, tanto por la belleza de su entorno como por la importancia de sus construcciones, que se hayan en muy buen estado de conservación.
Merece la pena también asomarse y contemplar el entorno y la bahía interior desde sus proximidades.
El Ferrol
La importante ciudad militar e industrial acoge las Instalaciones de la Base Naval de la Armada y el Astillero militar. Una relevante industria civil complementaria se ha asentado igualmente en esta ría convirtiendo al Ferrol en una de las ciudades más pujantes de la región y, en general, del noreste de España.
Pontedeume
Dejo atrás la ciudad y continúo hacia Pontedeume. El calor veraniego aprieta y ya está avanzada la mañana. Aún recuerdo bien esta localidad que visité en el Camino de Santiago años atrás.
Su enorme puente histórico de piedra, sus placitas porticadas, el puerto interior y los palacetes asomándose a las empinadas cuestas me traen los mejores recuerdos de aquellos días.
Me siento a comer en uno de los restaurantes de la plaza, frente al puente. La moto cargada se queda aparcada a la vista y aprovecho para pegarme un homenaje a base de abundantes productos de mar, magníficos y especialmente baratos en esta localidad.
Ponte Do Porco
Con la barriga bien llena y el calor del comienzo de la tarde, me pongo en marcha ansiando refrescarme con el aire en la moto. Al pasar por este idílico paraje de Ponte Do Porco, paro a tomar unas fotos antes de continuar hacia la gran capital.
La Coruña
Desde tiempos romanos este enclave goza de una significación de primer orden en los mapas.
Torre de Hércules
Este faro de 55 metros construido por los romanos en el siglo I d.C. obstenta la privilegio de ser el único romano y el más antiguo en funcionamiento del mundo por lo que está declarado Patrimonio de la Humanidad.
Por otra parte, es el tercero más alto de España y desde su ubicación se tienen unas fabulosas vistas de esta bella y brava costa.
Obelisco del Milenium
En el extremo opuesto de la Ensenada de Orzán, que baña la conocida Playa de Riazor, se sitúa el Obelisco del Milenio, en un área más alejado del bullicio de la ciudad y desde el que se disfruta de unas fantásticas vistas de ella y del mar.
Muros
La tarde está ya avanzada cuando me pongo en marcha hacia la pesquera localidad de Muros. El pueblo posee un bonito casco antiguo medieval de calles estrechas que se asoman al puerto pesquero.
Las construcciones frente a él se levantan sobre galerías porticadas que servían de mercados protegidos de la lluvia.
Al anochecer paseo y visito la exposición de la acuarelista Fuencis Iborra Pérez, en la Conservera de Sel. Muros, a la que compro una pintura que hoy cuelga en mi casa,
Finisterre
Fue considerado por los romanos el final del mundo conocido bautizándolo por tanto, en latín, como finis terrae.
Declarado desde 2007 como Patrimonio Europeo, el Cabo de Finisterre, que se asoma a la costa atlántica desde lo alto del Monte Facho a una altura de 239m.s.n.m es uno de los lugares más icónicos de la geografía española y, por tanto, una visita obligada si uno viaja por éstas latitudes.
Camariñas
Otro pueblo pesquero y marisquero que visité en esta ruta, en el que hice noche es éste de Camariñas, que además de por el marisqueo, es famoso por la confección de encajes de bolillos tradicionales.
No muy lejos se encuentran las paradisiacas playas en el entorno del bonito Faro del Cabo Vilán.