Circular Bonito

Hay un dicho que dice que “montar en moto es lo más excitante que se puede hacer vestido”; pues bien, imaginaos hacerlo en grupo. No seré yo la que a estas alturas explique que montar en moto en grupo requiere ciertas habilidades y destrezas que no son aplicables cuando se hace en solitario.

Hay mucha documentación en internet que analiza los pormenores de la circulación de moto en grupo (que por cierto pocos se han leído, o por lo menos eso parece) pero, como he dicho antes, no estoy aquí para hablar de las reglas o recomendaciones básicas de esta forma de viajar.

En la era de los individualistas motoviajeros tan de moda, para mí lo que tiene valor es viajar con gente. Los efectos de montar en moto en grupo son de un carácter exponencial. Tiene un valor añadido.

Montar en perfecta formación, un grupo que se comporta como un único piloto.
Montar en perfecta formación, un grupo que se comporta como un único piloto.

Como “buena motera”, a lo largo de estos años he podido asistir a distintas quedadas, concentraciones, motoalmuerzos, cada una con su personalidad y su idiosincrasia, sin embargo, para mí lo que marca la diferencia es el momento de la ruta, es decir ese paseo que se hace de un punto a otro con el objetivo de rodar por algún pintoresco punto de interés y tomar un piscolabis en el camino.

En esas rutas compartidas con gente que no conoces, seguro que no soy yo sola la que pienso, a ver quién me toca delante… o detrás. Depende de esto que ese paseo se convierta en un placer o en un infierno. Me estoy refiriendo a la gente que circula por el centro del carril, o peor; que se cruza de lado a lado sin razón aparente, frena sin sentido, va rápido, o lento, o todo a la vez, que te adelanta con el objetivo de “hacerse ver” en una exhibición absurda y fuera de lugar de poderío (y al que tienes después que dejar hueco porque viene un coche de frente). Gente que no es inexperta pero que circula como si fuera solo.

Luego están los que conducen pensando en el que tienen delante y detrás y esto te hace la vida más fácil, mejor e incluso más bonita. Hay un dicho que dice que ver a alguien leyendo un libro que te gusta es ver a un libro recomendándote a una persona, en el mundillo de la moto a mí me pasa algo parecido, cuando coincides con un/a motorista así el siguiente paso es entablar conversación en la siguiente parada. Su conducción está recomendando a esa persona.

La máquina y el piloto forman un equipo perfecto para proporcionar sensaciones.
La máquina y el piloto forman un equipo perfecto para proporcionar sensaciones.

Me encanta esa complicidad espontánea entre esa persona que no conozco y yo. Y si es el grupo entero el que pilota así entonces imposible no “trascender”. Puedo ver lo que pasa a mi alrededor, observar como la “serpiente metálica” va inclinándose progresivamente según se acerca la curva, como se separa de un obstáculo, el pasillo de la circulación “en espiga”, por cuyo centro se podría ir caminando tranquilamente, disfrutar del paisaje, los pueblos, de la gente que se para para verte pasar y observar la circulación en grupo como si de un baile se tratase.

Porque la excelencia de conducir bonito en moto se convierte en eso, en bailar. Coordinación, seguridad, relajación y pleno convencimiento de que esos minutos son el verdadero significado de “montar en moto” y aparece la sensación de “privilegio” y un montón de frases con imágenes de carreteras en mi cabeza que, visto en internet parecen ‘moñadas’, pero que en ese momento se transforma en el pensamiento; “a esto se refiere”. No digo nada cuando ese grupo con el que circulas es “TU GRUPO”.

A lo dicho antes se unen los adelantamientos; tu compañero/a te facilita el adelantamiento te “parapeta” del resto de circulación y empieza el movimiento de motos cambiando de carril y la alegría de ver salir a cada uno de detrás del camión e incorporarse a su correspondiente lugar… todo esto visto desde mi retrovisor claro… si tengo la mala suerte de ver esta imagen ‘enlatada’ en un coche pienso “QUÉ BONITO POR FAVOR”… quiero estar ahíiiiiii… (congelad esta imagen ¿mi estado ideal es hacer un adelantamiento a un camión? Definitivamente “los de las motos” estamos locos).

Y luego está el momento “llegar a un sitio y prepararse para aparcar”, sentir que todo el mundo te mira (sí, el ego forma parte del juego) observas que el caos va ordenándose, que nada se improvisa ni se deja al azar, el/la acompañante que se baja y facilita la maniobra con indicaciones o empujando ligeramente su moto, el primero que coge el aparcamiento más lejano y mira para comprobar que el último tiene sitio, el que indica a otro compañero que al lado de su moto entra otra, los que no dejan caer su moto hacia la pata de cabra hasta que el siguiente ha colocado la suya aprovechando así los espacios… todas estas acciones están entrenadas, son conscientes y llevan implícitas el sentimiento de colectividad, de compañerismo y colegueo.

Virginia y su Harley Davidson, pasión por las dos ruedas.
Virginia y su Harley Davidson, pasión por las dos ruedas.

Y una operación parecida es la que se produce cuando te preparas para iniciar la marcha. Casi todo el mundo preparado y es, cuando termina el último, cuando se gira la llave, se aprieta el start y suena el CLAC de la primera. Y la magia vuelve,… y se va contigo, y mientras, lo que se ve por el retrovisor es que el encantamiento del escenario que dejas atrás se deshace y todo vuelve a la normalidad, la gente sigue andando y vuelve la rutina.

Montar en moto en grupo es un arte. No es la suma de varias individualidades, va mucho más allá porque es una actitud que contribuye a construir una conexión de moto a moto que actúa de amplificador de sensaciones, de tal manera que cuando se hace la parada, cervecita mediante, todos expresan haber experimentado las mismas en un punto concreto.

No sólo hay que montar bien en moto, además tiene que parecerlo. Muchas personas saben montar en moto, los/las mejores pilotos circulan bonito.

 

4 comentarios

  1. Me ha impresionado la pasión q muestra Virginia en el hecho de circular en moto, describiéndose como un arte. Motiva a iniciar ese camino en comun. Gracias

    1. Virginia es una apasionada de todo lo que emprende. Es muyyy divertido compartir con ella cualquier actividad. Gracias Carmen

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