Esta ruta histórica conocida como «Camino Español» que une Milán y Bruselas corresponde con el recorrido que hacían Los Tercios en 1623 para mantener conectados los Países Bajos Españoles con el centro de la Monarquía hispánica.
La ruta tiene una extensión aproximada de unos 975 km por tierras de las actuales Italia, Suiza, Alemania, Francia, Luxemburgo y Bélgica.
Atraviesa áreas naturales bien conocidas como los Alpes, el Lago Constanza, la Selva Negra y el sur de la Gran Llanura Europea.
La Ruta.
Primer día: Génova (Italia) y Milán (Italia)
Segundo día: Como (Italia), Forte di Fuentes (Italia), Paso San Bernardino (Suiza) y Thusis (Suiza)
Tercer día: Costanza (Alemania) y Estrasburgo (Francia)
Cuarto día: Saverne (Francia), Sarrebourg (Francia), Lagarde (Francia) y Metz (Francia)
Quinto día: Thonville (Francia) y Luxemburgo (Luxemburgo)
Sesto día: Namur (Luxemburgo) y Bruselas (Bélgica)
Apunte histórico…
Esta vía terrestre surge ante la dificultad para hacer llegar a Flandes las mercancías, dinero y soldados necesarios, por vía marítima, a causa del deterioro de las relaciones con Inglaterra en el contexto de la Guerra de los 30 años.
Los Tercios españoles, con origen en Castilla y Aragón, eran formados en Italia para proteger el Mediterráneo de los envites musulmanes. Con posterioridad serían los destinados a conectar estas dos ciudades claves de la monarquía hispánica.
Esta ruta atravesaba Estados aliados (Saboya y Lorena) y territorios pertenecientes a la corona Española (Milanesado, Franco-Condado y Países Bajos Españoles), bordeando Francia, con el fin último de mantener la conexión entre los territorios de la Corona Española.
El Camino español supuso un la modernización absoluta de la concepción de los ejércitos, principalmente en cuanto a la intendencia y planificación del acceso a recursos y gestión de las infraestructuras. Se puede afirmar que se trata de la primera concepción de lo que es un ejército moderno, semejante a los actuales.
Una serie de contratistas recorrían la ruta, en avanzada, cerrando acuerdos comerciales para la instalación, en las fechas de paso del contingente, de ferias comerciales donde el ejército y los gremios auxiliares que les acompañaban pudieran abastecerse. Nace el concepto de «ciudad en tránsito» debido a que el contingente total de personas y necesidades que se desplazaban era superior en número al de muchas de las grandes urbes de la época.
Todo ello supuso un cambio de paradigma que provocó el abandono de la concepción antigua del ejército español como una fuerza extranjera que expoliaba los vienes a su alcance, para convertirse en una oportunidad de comercio y de dinamización económica para la zona.
Curiosidades:
De esta planificación y gestión nacen expresiones comunes como «poner una pica en Flandes» que hace alusión al cálculo del precio que le costaba a la corona desplazar cada soldado hasta su destino flamenco.
La estrofa anónima «España mi natura, Italia mi ventura, Flandes mi sepultura» se hizo muy popular entre los soldados, en referencia a su debenir.
Imagen de portada:
‘El Camino Español‘, cuadro del pintor Augusto Ferrer-Dalmau («El pintor de batallas»).
Literatura sujerida:
De Pavía a Rocroi. Los Tercios españoles.
(Julio Albí de la Cuesta)
Un recorrido por la historia de los tercios, la célebre infantería de la Monarquía Hispánica. Desde sus orígenes y nacimiento en los albores de la modernidad hasta su injustificada transformación con el cambio dinástico a comienzos del s.XVIII. Su organización, armamento y tácticas, la vida cotidiana, el espíritu de cuerpo y la disciplina y, su experiencia de combate tanto en los mortíferos campos de batalla, como en las penosas trincheras de asedio, o los traicioneros puentes de las armadas.
Ver también:
En la web:
https://www.elcaminoespañol.com
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